BORRACHA
Yo ya sé que el mundo me va a dar vueltas siempre, porque la borrachera me persigue como el sol de ese verano. También sé que puedo levantar mi pierna, tocar mi nariz y contar hasta diez sin caer en tus brazos. Llegar al doble uno se complica, teniendo tus dobles manos y tus dobles ojos grises a sólo doce copas de mi mirada.
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