Delicias de Tinta

Opuestos

Tocar el agua hirviendo produce la misma sensación que tocar el agua helada, las dos queman.
Es una rareza que los opuestos causen la misma sensación, pasa lo mismo con los sentimientos; el amor y el odio, los dos matan, ambos lastiman, pero nadie puede escapar de ninguno de ellos. ¿Cómo poder percibir si el agua es caliente o fría?, ¿cómo poder saber si después de amar podemos odiar o viceversa?
Hay momentos en el invierno que extrañamos un día de calor para poder zambullirnos en el mar; pero raras veces pensamos en sentarnos al lado de un leño caliente una tarde de verano. La mente nos puede llevar por lugares en los que jamás hemos estado, tal vez los vimos en una película o en un cuadro. Los sentimientos tampoco se quedan atrás, y ¿qué hay de las sensaciones?, es que no estamos preparados para tanto festín entre nuestro cuerpo, mente, sentimiento, espíritu y alma; ¡qué grandioso es este mundo!, pero más grandiosos somos los seres que lo habitamos, y lo que lo hace más grandiosos aún es el inconsciente colectivo. No nos damos cuenta de lo simple que es disfrutar solamente de los acontecimientos, paso a paso, sin recordar las sensaciones pasadas, buenas o malas, recuerdos llenos de polvo, simplemente vivir la tarde de verano, dejarse amar, quemarse con el calor de un leño ardiendo un día de invierno y hacernos el favor de no odiar. Concentrándonos en el presente no podemos extrañar lo que no tenemos, y así disfrutar plenamente.E ntonces, nos daremos cuenta a simple vista cuándo el agua es caliente y cuándo es fría.