Ansiedad
De nuevo imposible controlar
La piel no contiene el éxtasis
Impetuosa la sangre inflama, enardece, apasiona
El pulso acelera la cabeza no piensa el cuerpo estalla
Se escapan palpitaciones, estremecimientos
Y la voluntad no existe, explotó en la primera alborada
Y me dejó vulnerable
A merced del acecho persistente de las ansias,
ya ni anhelo ni deseo,
ansias
Susurros abreviando pasos en el temblor
Palabras apenas perceptibles a oídos invisibles
Respiración agitada, besos entrecortados
Sed hasta desfallecer en la hoguera
Conducen a un final anunciado pero inédito
Cuando nace el grito ahogado y las manos,
piernas y brazos unidos como enredaderas enclavadas
pronuncian el placer
que culmina en Fa sostenido
Si adentro quiere sentirte fuera del cuerpo
Si afuera quiere irrumpirte
Por qué no dejarlos que adentro y afuera sean

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