
Lugar sagrado
Es tu templo ubicado justo allí; donde digo mis plegarias que se escuchan como murmullo hasta terminar en gemidos de alabanzas que suenan y resuenan como ecos en mis oídos como si me encontrara en una gruta sagrada, y sacio mi éxtasis de fé.
Cuando vuelvo en mí, bañada en sudor y otros fluidos que me recuerdan a la espuma de las olas del mar salpicada por la bruma, las gotas en mi pecho se van formando en hilera cual rosario perfecto que merece ser rezado y esto me produce una sensación que me hace estremecer, y sueño con los templarios, guerreando y vuelvo a la realidad para volver a introducirme en tu templo sagrado una y otra vez hasta que se me acaben las plegarias.
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